Me complace informar a todos los aliados de SWA que he sido elegido recientemente como nuevo miembro del Comité de Cumplimiento del Protocolo sobre el Agua y la Salud de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE)-OMS/Europa. El Protocolo sobre el agua y la salud es un instrumento jurídicamente vinculante que tiene por objeto “lograr un suministro adecuado de agua potable y saneamiento para todos y proteger eficazmente los recursos hídricos en la región paneuropea”. El Comité de Cumplimiento supervisa que las Partes cumplan con sus obligaciones en virtud del Protocolo.
A medida que nos acercamos al décimo aniversario del reconocimiento de los derechos humanos al agua y al saneamiento, quisiera aplaudir el enfoque constructivo adoptado por los países, mediante el cual los gobiernos hacen hincapié en la rendición de cuentas, la participación y el acceso a la información. Además, en el marco del Protocolo sobre el agua y la salud se han registrado progresos considerables en varias esferas, entre ellas: i) la mejora de la gobernanza en materia del agua y la salud; ii) la prevención y reducción de las enfermedades relacionadas con el agua; iii) el tema del agua, el saneamiento y la higiene institucionales; iv) la gestión segura y eficiente de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento; v) el abastecimiento de agua y el saneamiento en pequeña escala; vi) el aumento de la resiliencia al cambio climático; y vii) el cumplimiento.
Sin embargo, todavía tenemos un largo camino por recorrer. Más de 31 millones de personas en la región paneuropea carecen aún de acceso a los servicios de saneamiento básico y 314.000 personas practican la defecación al aire libre. Cada día, 14 personas mueren a causa de la falta de agua, saneamiento e higiene (WASH).
El Protocolo sobre el agua y la salud ha descubierto que es necesario un enfoque integrado de la gestión del agua (desde la protección del medio ambiente hasta los proveedores de servicios) como condición previa para garantizar el acceso al agua potable para todos. La aplicación del Protocolo exige llevar a cabo un enfoque integrado y armonizar las políticas y estrategias en relación con diferentes sectores que van desde la protección de la salud a la gestión ambiental, el desarrollo regional, la inversión, las infraestructuras y la educación. Esto exige la participación de múltiples partes interesadas y la cooperación intersectorial, un enfoque que encaja bien con la filosofía de Saneamiento y Agua para Todos (SWA), una alianza de países, la sociedad civil, los organismos de apoyo externo, el sector privado y las instituciones de investigación y aprendizaje.
Este Protocolo también proporciona un marco para poner en práctica los derechos humanos al agua y el saneamiento y para aplicar el ODS 6 a través de la iniciativa del Cuadro de Mando Integral de Autoevaluación. Es interesante que el Mecanismo de Responsabilidad Mutua de SWA responda a la necesidad, establecida por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), de asegurar el cumplimiento de los compromisos, especialmente en lo que se refiere a los compromisos asumidos por los aliados de SWA. Creo que podemos aprender varias lecciones los unos de los otros.
Actualmente nuestros aliados provienen predominantemente de Asia, África y América Latina, pero estoy deseando seguir trabajando con los aliados de Europa y más allá, y dar la bienvenida a otros nuevos. Si bien el alcance de los problemas puede ser diferente en todo el mundo, los instrumentos para abordar los problemas relacionados con las desigualdades, el cambio climático y la corrupción, son universales. Entre estos instrumentos cabe destacar el fortalecimiento de los sistemas, la mejora de las políticas, la exigencia de responsabilidades a los titulares de obligaciones y el aumento de la financiación. Con este nombramiento, haré todo lo posible para promover la realización de los derechos al agua y al saneamiento en la región.
- Catarina de Albuquerque
Directora Ejecutiva, Saneamiento y Agua para Todos